Del humo a la respuesta: La versión del despachador

11 de agosto de 2014

Una foto de un teléfono fijo.
Con la temporada de incendios en pleno apogeo y más hectáreas de vegetación de Nevada ardiendo cada día, hace poco empecé a preguntarme qué ocurre cuando se realiza una llamada al 911 para informar de la existencia de humo o llamas. Si Hollywood da alguna indicación, la llamada se realiza y un coche de bomberos se enciende inmediatamente, con los bomberos corriendo en él para ir a luchar contra el fuego. Bueno, Hollywood exagera en casi todo lo demás, así que mi curiosidad, como de costumbre, ganó. Hablé con un supervisor de guardia de la central local para saber qué ocurre cuando alguien llama al 911 por humo o llamas.

Erin lleva tiempo trabajando en mi agencia local de despachos y, en el poco tiempo que hablé con ella, pude comprobar que era una mujer experta en recopilar detalles con rapidez y que no perdía detalle.

Explicó que hay tres pasos generales en su parte de la convocatoria:

  1. Lo primero que pide es la dirección. Si la persona que llama lo hace desde un teléfono fijo, su tecnología recogerá esa información automáticamente, pero hoy en día la mayoría de la gente llama desde el móvil. Si la persona que llama lo hace desde un teléfono móvil, tendrá que darle una dirección o el cruce de calles más cercano.
  2. Entonces averiguará qué ayuda se necesita. Si la emergencia es un incendio, preguntará de qué tipo. Esta parte es crucial, ya que la respuesta determinará qué tipo de ayuda pedirá Erin. Si se trata de un incendio forestal, pedirá camiones autobomba; si es un incendio en una casa o un edificio, solicitará vehículos para estructuras. Hay que pedir el tipo de ayuda adecuado desde el principio, ya que si llega a la emergencia el tipo de ayuda equivocado se perderá un tiempo precioso y podría ser ineficaz para combatir el incendio.
  3. Cuando tenga esta información, se pondrá a trabajar para introducirla en su ordenador. Según la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, el operador debe introducir la información en el ordenador en los 30 segundos siguientes a la llamada. El interventor de turno dispone de otros 30 segundos para recoger la información y enviarla a los bomberos.

Erin me aseguró que, por lo general, los despachadores pueden cumplir con este plazo; ocasionalmente, una persona nerviosa que llama y no tiene la información lista puede hacer que ese plazo aumente. Los despachadores entienden que las personas que llaman pueden sentirse nerviosas o ansiosas, pero su cooperación es primordial. Por ello, están formados para ayudar a la persona que llama haciéndole preguntas de forma rápida y directa.

Además de tener preparada su ubicación o la ubicación del lugar del que ven salir el humo cuando llaman, las personas que llaman deben informar al operador de si hay materiales potencialmente peligrosos en el interior de una estructura cercana o en llamas. También deben estar preparados para describir el tamaño del incendio y, si se trata de un incendio forestal, decir a qué distancia se encuentra de las estructuras vecinas. Los agentes también tomarán nota inmediatamente de la descripción de un pirómano y la persona que llame debe estar preparada para dar esa información.

Una imagen de un incendio que se produce en la interfaz urbano-forestal (WUI). El fuego parece acercarse a las casas adyacentes a la WUI.                      
Cortesía del Departamento de Bomberos de Boise

Después de mi conversación con Erin, siento que sé lo que ocurre entre bastidores cuando alguien informa de un incendio. ¿Qué es lo que más he aprendido? La ubicación. Me aseguraré de tener una dirección a mano por si alguna vez tengo que avisar de un incendio. El programa Living With Fire habla de la importancia de tener la dirección visible para cuando llegue la ayuda, y recomienda que las letras sean de 10 cm de alto. Lea sobre ello en su Comunidades adaptadas al fuego de Fire Adapted Communities.

Hasta la próxima,

Natalie Newcomer

 

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